21 mayo, 2009


La inseguridad se adueñó de ella. Decidió callar sus sentimientos creando en su corazón un gran vacío. Decidió seguir por la vida como si nada, siéndole indiferente a eses sentimiento que ya no le cavía en el pecho.

Era una agonía constante tener que verlo, chocar con la misma pared una y otra ves, expresando solo indiferencia hacia lo que ella sentía, pero ella se lastimaba al no evitar el choque, profundizando la herida que no cierra y que ella no permite cerrar.

Sueña cada noche con sus besos y se despierta cada mañana con el mismo sueño convertido en deseo.

Quiere olvidarlo pero le es imposible. Lo ve en cada paso, no puede dejarlo, sabe que de ella necesita y muere por ayudarlo. Pero su indiferencia creó una barrera que a ella no la deja avanzar. Sabe de su dolor y ella lo siente, le duele, al no poder decirle que con ella cuente.

En su cabeza no hay lugar para otra cosa. Él ocupa su tiempo, le saca las ganas, dejando solo despojos de la chica que un día fue.

Hoy decidió olvidarlo. Recuperarse, aunque reciba golpes que cree innecesarios. Se creo chiquilina y no quiere llorar más, pero sabe que el dolor hace llorar al corazón y la cabeza no razona frente a esas lágrimas.

Solo espero que acepte y pueda volver a ser la chica que un día fue. Volver a sentir con la misma pasión que hoy sufre por amor.

(Declaración de Agustina Catalano sobre alguien conocido)

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