29 noviembre, 2013

Mario Benedetti
Te quiero

Tus manos son mi caricia 
mis acordes cotidianos
 
te quiero porque tus manos
 
trabajan por la justicia
 

tus ojos son mi conjuro
 
contra la mala jornada
 
te quiero por tu mirada
 
que mira y siembra futuro
 

tu boca que es tuya y m
ía 
tu boca no se equivoca
 
te quiero porque tu boca
 
sabe gritar rebeld
ía 

y por tu rostro sincero
 
y tu paso vagabundo
 
y tu llanto por el mundo
 
porque sos pueblo te quiero
 

y porque amor no es aureola
 
ni c
ándida moraleja 
y porque somos pareja
 
que sabe que no est
á sola 

te quiero en mi para
íso 
es decir que en mi pa
ís 
la gente viva feliz
 
aunque no tenga permiso
 

si te quiero es porque sos 
mi amor mi c
ómplice y todo 
y en la calle codo a codo
 
somos mucho m
ás que dos.

22 noviembre, 2013

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El derecho de soñar: Eduardo Galeano

"Aunque no podemos adivinar el mundo que será, bien podemos imaginar el que queremos que sea. El derecho de soñar no figura entre los treinta derechos humanos que las Naciones Unidas proclamaron a fines de 1948. Pero si no fuera por él, y por las aguas que da de beber, los demás derechos se morirían de sed.
Deliremos, pues, por un ratito. El mundo, que está patas arriba, se pondrá sobre sus pies:
En las calles, los automóviles serán pisados por los perros.
El aire estará limpio de los venenos de las máquinas, y no tendrá más contaminación que la que emana de los miedos humanos y de las humanas pasiones.
La gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el super-mercado, ni será mirada por el televisor.
El televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas.
La gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar.
En ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a hacer el servicio militar, sino los que quieran hacerlo.
Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas.
Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas.
Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra por siempre jamás.
Nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle.
Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos.
La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla.
La policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda.
Una mujer, negra, será presidente de Brasil y otra mujer, negra, será presidente de los
Estados Unidos de América. Una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú.
En Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.
La Santa Madre Iglesia corregirá algunas erratas de las piedras de Moisés. El sexto mandamiento ordenará: "Festejarás el cuerpo". El noveno, que desconfía del deseo, lo declarará sagrado.
La Iglesia también dictará un undécimo mandamiento, que se le había olvidado al Señor:
"Amarás a la naturaleza, de la que formas parte".

Todos los penitentes serán celebrantes, y no habrá noche que no sea vivida como si fuera la última, ni día que no sea vivido como si fuera el primero.”